Juramentos
Los antiguos cantos guachichiles aún se sienten recorrer estas serranías sureñas de la gran chichimeca; incluso, se mueven en el viento, a su ritmo. Se levantan con la radiación del sol del altiplano potosino y, desde ese cielo azul y con pocas nubes; contemplan los paisajes entre mezquites amarillos y yucas con flores blancas. Se detienen cuando pasan entre las pencas del maguey a punto de sazón. Se dan cuenta de algo. Encontraron JURAMENTOS qué, al igual que estos cantos a los dioses, se quedan presentes y comparten eternidad en este mundo.
...los juramentos al mezcal, al tiempo y a la eternidad...
Saldremos de la capital de San Luis Potosí en punto de las 09:30hrs para escapar de los entornos urbanos y adentrarnos en las montañas del altiplano potosino. El camino nos otorgará la oportunidad de sumergirnos dentro del contexto histórico y cultural de esta región donde el sol riega los agaves pacientes a ser rejados.
Nuestra primera escala es El Jardín, un altiplano en el corazón del desierto potosino donde exploraremos el ambiente en el que crecen los magueyes. Descubriremos la planta, que según las crónicas del padre José Acosta en 1586, es el árbol de las mil maravillas por su variedad de usos y aplicaciones.
Continuaremos por la ruta del mezcal potosino llegando a la destilería en Estación Ipiña, una comunidad localizada en el municipio de Ahualulco del Sonido Trece; de donde Julián Carrillo fue oriundo. Este es un proyecto con mucho corazón que rescató la fábrica y modernizó para cumplir sus juramentos; elaborando el mejor mezcal de la región, certificado y digno de exportación.
Una de sus marcas: Júrame, se produce y envasa en la legendaria mezcalería La Flor, orgullosamente potosina. A la vuelta de más de un siglo de historia, con este mezcal afirmamos vínculos de trabajo, cooperación y confianza con una población que ha visto el ir y venir de la esperanza. Pero, como el buen maguey, aquí seguimos para honrar la tradición y el milagro del mezcal.
Conoceremos los procesos para hacer vino de maguey y tendremos una degustación para descubrir los tonos ocultos de este espíritu; aprenderemos a realizar sencillos y deliciosos cocteles para entonces rematar con una comida elaborada por las propias mujeres de Estación Ipiña. Después de algo de sobremesa, algunas fotos, recorrer sus rincones y conocer su leyenda; comenzaremos nuestro regreso a la ciudad capital para llegar alrededor de las 17:30hrs.
TIEMPO APROXIMADO DE EXCURSIÓN: 8 horas